Hablamos con Graciela Morandi, encargada del Departamento Bilingüe de Primaria del colegio Alborada
Nací en una ciudad pequeña, en la provincia de Córdoba, Argentina. Allí disfruté una niñez muy feliz y una juventud hermosa practicando mucho deporte. Luego, viví varios años en Buenos Aires donde trabajé en un colegio británico hasta que, en 2003 ya con 5 hijos, nos mudamos a Madrid por motivos laborales. Ya sabía mucho sobre España, entre otras cosas, porque uno de mis abuelos era español.
¿Qué significa en tu vida poder enseñar inglés?
Enseñar inglés me hace muy feliz porque conjuga mucho de lo que me apasiona: la docencia y los niños, la lengua y la literatura, el teatro, la música y la cultura anglosajona.
¿Dónde y cómo aprendiste inglés?
Mis padres me apuntaron a una academia de inglés a los 9 años, donde continué hasta terminar Bachillerato. Decidí estudiar en la universidad una carrera que, en Argentina, se llama Profesorado de Inglés y que en España convalidaron como Licenciatura en Filología Inglesa. Estudié Educación, de manera presencial y a distancia, en la Universidad de Bath, Inglaterra.
¿Qué importancia tiene el inglés en Alborada?
Alborada ha apostado por la enseñanza del inglés desde que se construyeron los cimientos. Los profesores siempre hemos contado con innumerables recursos para que el inglés sea un pilar que permita a nuestros alumnos progresar y tener una ventana más desde la que observar el mundo.
Encontrarme en el autobús con alumnas de Bachillerato (a quienes no doy clase desde que terminaron Primaria) y que me hablen solo en inglés con total naturalidad.
¿Nos puedes contar tu método para que los alumnos aprendan otra lengua?
Creo que una de mis fortalezas es facilitar el aprendizaje añadiendo una variedad de enfoques didácticos y actividades creativas al currículo original. Además, siempre trato que haya un equilibrio en el tiempo que utilizo para el desarrollo de todas las destrezas: listening, speaking, reading and writing. En las clases de inglés solo se debe hablar en inglés, pensar en inglés, disfrutar del aprendizaje y vivir en inglés con total naturalidad.
¿Te resulta difícil que todos los alumnos tengan un buen nivel de inglés?
Nunca me ha resultado muy difícil. Siempre he creído que la motivación y la autoestima mueven montañas. Estoy convencida de que debo centrar mis clases en cada alumno y en los distintos estilos de aprendizaje. Todos adquieren un buen nivel de inglés y algunos superan ampliamente las expectativas. Todo es posible con los alumnos que tenemos en Alborada. Son geniales, trabajadores y muy entusiastas ante los desafíos que les planteamos en inglés.
¿Crees que el nivel de inglés que adquieren los alumnos en Alborada marca la diferencia?
Sin duda. Pruebas de ello son el buen desempeño en los concursos en los que participamos, los resultados de las pruebas externas, e incluso el escuchar inglés por los pasillos cada día o encontrarme en el autobús con alumnas de Bachillerato (a quienes no doy clase desde que terminaron Primaria) y que me hablen solo en inglés con total naturalidad.