Hablamos con Britta Mildenberger, profesora de alemán en Alborada.
Nací en Koblenz, en el suroeste de Alemania, donde me crie y asistí al colegio. Cuando lo terminé, me fui un año a vivir a Francia, donde conocí a mi marido, español, con el que vine a España en 1990.
En la universidad de Alcalá de Henares me licencié en Filología Inglesa, con habilitación para alemán y francés para Secundaria. Durante unos años me dediqué a dar clases a directivos en empresas y después trabajé en el Colegio Santo Tomás de Aquino, donde inicié la enseñanza del alemán.
Desde hace 8 años trabajo en el Colegio Alborada y tengo mi propia academia de alemán, el ‘Deutsches Eck’.
En mi tiempo libre me gusta estar con mis amigos y familia, leo mucho, y una de mis grandes aficiones es cocinar. La creatividad en la cocina me relaja.
¿Qué es para ti enseñar?
Enseñar para mí es transmitir. Transmitir conocimientos, pero también valores, fomentar la madurez y la autoestima de los alumnos. Intentar evocar en ellos el interés por su propio porvenir, tanto académico como personal. Fomentar el compañerismo, la tolerancia y el sentido de grupo dentro de la clase. Hacerles entender su responsabilidad frente a sí mismo y dentro de la familia. Enseñar es transmitir y motivar.
¿Crees que los españoles tenemos buenas capacidades para aprender idiomas?
No sé si esto es una cuestión de nacionalidad o más bien de talento personal. Sí que es cierto que en España cada vez es más normal o frecuente, que las personas aprendan o hablen al menos un idioma extranjero, así que para los jóvenes le hace que lo vean más asequible, y esto les facilita el aprendizaje.