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Siempre podemos quedarnos en Roma

EDUCACIÓN

Siempre podemos quedarnos en Roma

¿Acaso no merecen los soldados un descanso tras la batalla? Después de semanas de estrategia, trincheras de apuntes, ataques sorpresa en forma de preguntas de desarrollo, y madrugones que rozaban lo inhumano, llegó la tregua. Y con ella, una recompensa a la altura del esfuerzo: Roma.

Autoría: María Rodríguez Martín

24 de junio del 2025

3 min de lectura

Como soldados después de la batalla, dejamos atrás los exámenes y cambiamos las aulas por foros romanos, las bibliotecas por basílicas, y los mapas conceptuales por mapas del metro. Y así fue como, guiados por nuestros capitanes —los profesores— y acompañados por el capellán de campaña —D. Arturo—, nos lanzamos a conquistar la ciudad de los grandes Césares.

Y conquistarla no fue poca cosa.

Roma no se rinde fácilmente: hay que caminarla, observarla. Nosotros, soldados ya experimentados, usamos ropa ligera y cómoda en lugar de largas túnicas romanas, móviles en vez de espadas y muchas, muchas botellas de agua. Porque sí, el sol romano también sabe dar batalla, encontrándose en su mayor esplendor en los momentos menos apropiados, como en la visita al Coliseo o la plaza de San Pedro (los lugares con más sombra de toda Roma…), pero ni el calor ni el cansancio evitaron que siguiéramos avanzando —como una legión algo deshidratada, pero entusiasta— por entre las maravillas de la ciudad.

Paseando por Roma, uno aprende rápido que aquí hasta las esquinas tienen historia. Las fuentes no son solo fuentes, son esculturas vivas. Aunque, claro, para una buena colchonera, ver al Neptuno de la Fontana di Trevi sin bufanda rojiblanca, es como ver un cuadro sin firma. Yo diría que a esa fuente le falta color, el mármol blanco resulta insulso para una escultura tan simbólica. Aún así, el selfie tirando la moneda nos lo llevamos todos, claro está.

El itinerario que propuso Don Manuel estuvo muy completo, pateamos la ciudad sin apenas darnos cuenta. Cabe destacar nuestro paso por unas basílicas con tantos recursos artísticos, que hemos vuelto a España con trescientas imágenes iguales del mismo fresco, escultura o retablo, tomadas “desde distintos ángulos” (o eso nos decimos para justificarlo). Algunas fueron: San Pablo de Extramuros, San Pietro in Vincoli, San Juan de Letrán, Santa María del Popolo y Santa María la Mayor.

En la Basílica de Santa María in Trastevere, además de quedarnos boquiabiertos con los mosaicos, también hubo quien aprovechó para escribir una carta a San Antonio pidiendo que le busque un novio. Fe no faltó; esperemos que tampoco cobertura celestial. Algunas escribían con devoción… otras, por si acaso.

Este viaje a Italia ha sido especial, por la oportunidad que tuvimos de asistir a la audiencia con el nuevo papa, León XlV en la Plaza de San Pedro, con mención al colegio incluída. Acordándonos también, de nuestro tan querido Francisco visitando su tumba en Santa María la Mayor.

Los atardeceres, las termas de Caracalla, el Pantheon, la Piazza Navona, la vicus caprarius…. son tantas cosas, que necesitaría varios artículos para poder contarlo todo.

Además de tanto arte, creo que nos quedamos con la guasa de los carabinieri, el buen ambiente y la complicidad de todo el grupo especialmente en las cenas, las misas diarias de Don Arturo, tan cercano, que le dieron otro sentido al viaje y nos hizo partícipes del Jubileo, un Don Luis haciendo piruetas en silla de ruedas, la paciencia de Sara y Mari Paz , Don Manuel y su interés porque todos disfrutemos del viaje, los “avanti” y los “grazie”…

Y aunque quede un poco feo, cómo no mentar a las ratas del Trastévere y del metro que tanto juego dieron.

Italia es tan monumental que vuelves a España con el listón muy alto; pocos monumentos podrán estar a la altura de lo visto. Pero al mismo tiempo, vuelves con una mirada mucho más amplia.

Alborada es un inicio, un despertar.

Este no es un final triste. El colegio fue nuestra alborada: el comienzo, el primer despertar. Pero la alborada no puede durar para siempre. Está hecha para dar paso al día. Y ahora nos toca vivirlo.

¡Ad proximum!

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Preguntas frecuentes

¿Qué nos identifica en el Colegio Alborada?

Somos un colegio que pertenece a la Red Educativa Arenales. Aquí buscamos la excelencia académica, pero también la humana, porque una buena persona suele ser un buen profesional. Por eso el respeto a los demás, a uno mismo, el trabajo bien hecho, son valores humanos y cristianos que inculcamos en nuestros alumnos de la mano de sus padres. Tenemos el ambicioso objetivo de servir a la sociedad, a las familias y a los alumnos.

¿Qué aporta que el colegio Alborada pertenezca a Arenales Red Educativa?

Alborada es el primer colegio de la Red Educativa Arenales. En estos momentos la red la componen más de 30 centros educativos distribuidos por todo el mundo. Todos ellos asumen un modelo de competencias y valores llamado IAM (Innovación, Autonomía, Mentoring). Así como incorpora el código de buenas prácticas, el reglamento de régimen interno y el plan de igualdad. Todos ellos documentos que tienen su origen en años de experiencia y buscan garantizar la equidad, la inclusión y la igualdad.

¿Qué es el modelo IAM?

IAM es un programa de transformación con el que buscamos ser centros educativos de vanguardia en el siglo XXI. Este programa se divide en tres grandes ejes: Innovación: buscamos ser una organización abierta y en permanente comunicación con el mundo en el que vivimos. Autonomía: ayudamos a cada uno de nuestros alumnos a tomar las riendas de su vida, a ser personas autónomas. Mentoring: cada uno es protagonista de su propia educación y, a la vez, colabora de las de los demás.

¿Cómo se aplica el programa IAM en el colegio Alborada?

Innovación: A través de la iniciativa iPad se consigue la integración de la tecnología en la educación. Así como plan de desarrollo de currículo digital ”Mobile Learning” a lo largo de todas las etapas. Autonomía: Fomentamos la educación en soft skills: el desarrollo de la oratoria, capacidad de liderazgo, desarrollo del pensamiento emocional, pensamiento creativo y primeros auxilios etc. Mentoring: A través de las tutorías personales entre el profesor y el alumno, para ayudarle a que se conozca mejor, para desarrollar las habilidades sociales, para sacar partido a sus talentos, para que forje su autoestima, y que autónomamente sea feliz.

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