Jesús, profesor de Primaria nos cuenta brevemente su experiencia de haber trabajado en un colegio en los EEUU, y si tiene alguna semejanza con lo que hace cada día con sus alumnos en Alborada.
¿Cómo diferenciar dos sistemas educativos completamente diferentes y a su vez, exactamente iguales?
Encontré pocas diferencias exceptuando obviamente las metodológicas, económicas, y las derivadas del lenguaje, también las socio-culturales, propias del alumnado.
Para poneros en contexto y para aquellos que no me conozcan, tras trabajar seis años en Alborada como profesor en primaria, decidí tomar las maletas y viajar a EEUU para trabajar allí como tutor. Mi pasión por lo que vi y donde trabajé, me llevó a estirar esta experiencia cuatro años. La experiencia, aunque dura, solo la puedo tildar de increíble y enriquecedora. Fueron cuatros años en los que me formé en distintas metodologías, conocí profundamente el sistema educativo americano y vi desde primera línea, como un colegio con bajos recursos en zonas muy deprimidas sacaba adelante a niños tirando principalmente de ilusión y buen hacer.
Puede sonar extraño, pero la educación en EEUU y en España, tiene muchos más parecidos que diferencias y los parecidos, desde mi humilde opinión, son muchas mas influyentes. En EEUU encontré a un grupo de alumnos con ganas de aprender, exactamente igual que aquí, profesores con deseo de dejar poso en sus alumnos mientras se enorgullecían de cada pasito hacia delante, que tomaban cada aprendizaje o material como un puente para enseñar un poco mejor y unas familias que lo que más deseaba era ver cómo sus hijos e hijas crecían y se desarrollaban siendo felices.
A pesar de las grandes diferencias que podamos encontrar, esta es la esencia de la educación, en España, en Irlanda, en Dinamarca o en EEUU (lugares en los que he tenido la suerte de poder vivir la educación en mis propias carnes). Cada uno con sus medios, con sus legislaciones y paradigmas propios que desde la educación se intentan resolver. Sin duda, cada uno de estos marcos aportan perspectivas educativas distintas que en mucho me han aportado para construir quien soy como profesor, pero aunque parezcan enormes y cruciales, no lo son. Para mi y como en la mayoría de los profesionales con los que trabajo diariamente en Alborada, lo primero es cada uno de los estudiantes, individualmente, y no son esos pequeños “peros” (que a veces nos preocupan más de la cuenta) que nos diferencian.
Así que no, no encuentro una diferencia significativa en el marco educativo entre lo que me he encontrado a lo largo de mis años en el extranjero con lo que me encuentro diariamente en España. En mi caso y hablo desde mi experiencia, no creo que tengamos que compararnos con otros sistemas educativos, solo tomar las ventajas de sus aciertos. Formarnos y aprender de sus logros para hacerlos propios, con el único fin de mejorar la formación de lo que será nuestro futuro. Jesús Jiménez